Porque señores, reconózcanlo los ideales y los valores ya no están de moda. Sí, señores, se abre una era de gestores de lo político como si de un jamón se tratase. “Hola, señora, tengo uno de oferta que me ha llegado recién, ahora mismito; además, si se lleva éste y me asegura el voto, le pongo una farola justo debajo de su piso y verá que mona queda”. Y así día, tras día, elección tras elección, se van ganando almas y perdiendo valores.
Y es que ya no está de moda darlo todo por un proyecto colectivo, dedicarse en cuerpo y alma, tener una ideología sólida detrás, unas formas de hacer coherente con lo que se cree y, sobre todo, transparencia. Eso ya no esta de moda.
Hoy en día se llevan los telefonazos, los rumores extendidos como una mancha de aceite. Las traiciones, las manipulaciones y, sobre todo, los gritos, los gritos por favor que no falten como condimento, sino pierde gusto el sofrito.
Y eso nos comemos día tras día. Lo vemos en los medios, lo observamos en los otros y lo vivimos y padecemos en las carnes. El hombre ha ido más allá de ser un simple lobo para el mismo hombre, eso es demasiado sencillo y fácil, ahora quiere sangre, quiere dolor y llanto, quiere ver arrastrarse por el suelo a aquel que ha señalado con el dedo como el oponente. Eso es lo que está de moda, el morbo. Y con el morbo se mezclan los buitres que, buscando carroña, se acercan sutilmente para sacar partido sin apenas mancharse. Porque ¿para qué si eso ya lo hacen otros? Lástima que estos otros han sido tan devorados por otros que se encuentran en una peligrosa situación de exterminio.
Sí, señores, reconozcámoslo, exterminio es la palabra precisa y ajustada para la situación actual ¿Cuál sino correspondería tan bien con las formas de politiqueo barato que están de moda? Eso si, luego, después del banquete un poco de orujo para hacer bien la digestión, no sea que de tanto comer devorando, nos haya sentado mal tan excelente guiso. Y, al salir, sonrisa puesta y corbata ajustada, aparentando tranquilidad y sosiego, uno más, el último, no es nada.
Así que así estamos, sin ideología, sin valores ni principios, ni tan solo un movimiento ético, instintivo apenas, que pueda hacer que alguien denuncie en voz muy alta el crimen inhumano que se ha cometido. ¿No habrá nadie que se alce para impedir el exterminio? Es que a todos nos cortaron las alas, nos pusieron bozal y drogaron. Es que ir en contra de la moda también es delito. ¿Para quién? Para aquellos que una vez han burlado las mínimas normas escritas y no escritas ahora se alzan como los principales seguidores de la legalidad, los principales valedores de la democracia interna y externa, los principales y más adecuados perfiles para el poder ¿para qué?, para ser los candidatos a seguir exterminando. ¿Hasta cuando?.
P.D: Supongo que todos tenemos una historia en donde hacer uso de estas palabras…
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